¿Qué es el producto mínimo viable o PMV?
En cualquier libro, taller o ponencia sobre startups se acaba hablando sobre un concepto promovido por el método Lean Startup que tiene como objetivo reducir los tiempos y costes de producción de una idea, el producto mínimo viable.
Normalmente cuando nos explican este método lo primero que hacemos es comenzar a desarrollar un prototipo para tener nuestro PMV lo antes posible. El problema es que no todos los proyectos son iguales y no siempre es igual de rápido crear un prototipo. De hecho, muchas startups fracasan porque agotan todos sus recursos en la producción de su producto mínimo viable y cuando descubren que tienen que seguir trabajando en él, porque su hipótesis no era del todo correcta, ya no les quedan recursos y tienen que abandonar.
En el sector de los videojuegos pasa algo muy parecido, la producción de un prototipo suele necesitar mucho tiempo y recursos. Por este motivo, ponerse a trabajar en el prototipo no siempre suele ser la opción más adecuada.
Utiliza tu campaña de marketing como producto mínimo viable
La finalidad de crear un PMV no es otra que comprobar si tu idea tiene público y validar tu propuesta de valor. Esto lo puedes hacer también a través de tu campaña de marketing.
Utiliza tu campaña de marketing como PMV para reducir timing y costes. #StartupTips #startups Clic para tuitearEn Muquo estamos siguiendo estos 3 pasos para validar nuestra idea:
1. Las 3 F (family, friends and fools)
En un post anterior hablábamos sobre el valor de las 3F para coger impulso. En esta ocasión os animamos a compartir con vuestros amigos, conocidos y familiares vuestra idea aunque no sean público objetivo. Esto es una forma muy efectiva y sobre todo económica de detectar rápidamente qué es lo que no se entiende de vuestro proyecto.
¿Qué parte les parece más interesante?, ¿y más confusa?. Este feedback es muy valioso porque nos ayudará a mejorar nuestro discurso para que nuestro proyecto acabe siendo realmente atractivo.
Si tu producto le parece interesante también a gente que no pertenece a tu target, la viralización será exponencial.
2. Relaciones públicas
El siguiente paso es saber si tu idea le parece interesante a los medios. Para ello deberás preparar y enviar una nota de prensa explicando qué estás desarrollando. No olvides adaptar tu mensaje según el medio al que te dirijas.
Este método es más duro que el anterior ya que nadie te dirá lo que quieres oir. Los periodistas solo escribirán sobre tu proyecto si realmente lo consideran relevante por lo que se convertirá en una herramienta estupenda para tener un feedback 100% objetivo.
Estamos preparando un post donde contaremos detalladamente nuestra experiencia sobre este tema.
3. Social Ads
Cuando has confirmado que existe interés por tu idea, debes hacer pruebas más segmentadas para impactar a tu público objetivo y ver su reacción. Para optimizar al máximo tu inversión deberás definir muy bien el perfil de tu público y medir cada visita, cada interacción en tu landing/web.
En esta fase es muy útil empezar con un test A/B, que consiste en preparar diferentes landings de tu producto totalmente idénticas salvo en aquello que te interese medir.
Por ejemplo, si tu landing ofrece la posibilidad de dejar el email para recibir la newsletter, se puede hacer un test A/B para ver si la gente se registra más cuando el botón está en una determinada posición o si tiene un color u otro. Una vez las tengas preparadas tendrás que invertir en social ads dividiendo en partes iguales el tráfico a cada una de las landings. Aquella con mejor conversión será la ganadora, dando lugar a hacer un nuevo test A/B con alguna otra característica de tu diseño finalista.
Esto hará que poco a poco vayas mejorando tu landing enfocándote siempre en la conversión. Para este tipo de test existen herramientas como Mixpanel, Optimizely, AB Tasty o Moose. También puedes utilizar Google Analytics para hacer estas pruebas, aunque el trabajo será bastante mayor al no tratarse de una herramienta especializada en este fin.
Estas técnicas no solo nos permiten validar nuestra idea, también nos obligan a trabajar en la campaña de marketing desde el inicio del proyecto. Algo imprescindible para la supervivencia de cualquier empresa pero que no siempre sucede en las startups.
Una vez testadas nuestras ideas, podemos empezar a trabajar en el prototipo con mucha más seguridad. En el caso de que surjan nuevas hipótesis durante el desarrollo, se puede volver a repetir el proceso tantas veces como sea necesario para validarlas y después continuar de nuevo con su desarrollo.