Bárbara y yo vivíamos en Madrid, teníamos un trabajo estable y un nivel de vida bastante bueno, por ello, decidimos compaginar el proyecto con nuestro trabajo. Este fue nuestro primer error, compaginar la startup con el trabajo. Pese a los esfuerzos de levantarse muy temprano o acostarse tarde, trabajar los fines de semana o cualquier rato libre, pasaban los meses y no avanzábamos.

Empezamos a plantearnos la posibilidad de dedicarnos al 100% a nuestro proyecto, lo que implicaba dejar nuestro trabajo, por ende dejar de tener un ingreso mensual asegurado.
Hicimos cuentas para ver qué gastos mensuales eran imprescindibles y hasta qué punto podíamos bajar nuestro consumo. De este modo podíamos hacernos una idea de cuánto tiempo teníamos para poner en marcha el proyecto sin ingresos, viviendo de nuestros ahorros.
La primera conclusión no tardó en llegar: nos tenemos que mudar. Madrid es una ciudad cara, y con el mismo dinero que necesitamos para vivir en ella 5 meses, podíamos vivir en otro sitio un año. Al final lo que nos ataba a Madrid era el trabajo, y sin trabajo desaparecía ese problema.
¿Y a dónde vamos? Después de muchas idas y venidas decidimos que lo mejor era mudarnos a Utrera (Sevilla), mi ciudad natal, en donde además de reducir nuestros gastos, podíamos desconectar del ritmo frenético de la capital y centrarnos al 100% en nuestro nuevo objetivo, Muquo.

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En mayo decidimos dar el paso, lo dijimos en la agencia y 30 días después, por fin emprendimos el viaje al sur.


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